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Casa Virupa: un refugio de Dharma contemporáneo y comprometido

Casa Virupa, ubicada en Tavertet, Barcelona, es un destacado centro de meditación y retiros que se caracteriza por su enfoque inclusivo y no sectario. Creado con la bendición de Su Santidad el 41 Sakya Trichen, está profundamente arraigado en el linaje Sakya del budismo tibetano, pero adopta una orientación Rimé, lo que implica que integra diversas tradiciones budistas. Su objetivo es proporcionar un espacio que promueva la introspección y el bienestar, fundamentado en valores como la compasión y la atención plena.

Desde 2020, Lama Norbu lidera las actividades educativas, enriqueciendo la experiencia de aprendizaje con el apoyo de maestros nacionales e internacionales. La comunidad, compuesta principalmente por personas jóvenes de diversos orígenes, encuentra en Casa Virupa un espacio para explorar y desarrollar su conciencia personal y colectiva.

Imagen cortesía de Casa Virupa.

Casa Virupa se consolida como un espacio inclusivo donde personas en diferentes etapas de su desarrollo espiritual pueden trabajar hacia su propio bienestar y el de los demás, destacándose por su enfoque integrador y su apertura a diversas tradiciones.

A continuación, presentamos una entrevista con Gloria Cagigal, cofundadora de la comunidad budista Casa Virupa. Gloria forma parte del equipo pedagógico, es instructora de meditación y responsable del área de comunicación del centro. Con una formación en filosofía por la Universidad de Barcelona, ha dedicado su carrera principalmente a la docencia y la comunicación. Además, en el centro de residencias para artistas y pensadores LAC (Laboratorio de Artes Contemplativas), desempeña el papel de comisaria de pensamiento y literatura. Actualmente, Gloria está cursando un doctorado, lo que refleja su compromiso continuo con el aprendizaje y la reflexión crítica.

BUDDHISTDOOR EN ESPAÑOL: ¿Podrías contarme un poco sobre la historia de Casa Virupa y su misión?

CASA VIRUPA: Casa Virupa nació de la amistad de unos adolescentes que, a temprana edad, descubrimos el Dharma. Con 16 años, quien ahora es Lama Norbu empezó a indagar en el budismo y lo compartió con sus amigos del instituto. Él cogió más carrerilla y se enfocó en el Dharma desde entonces, tanto en estudios como en vocación, pero de ese grupo del colegio, algunos le acompañamos de cerca para que, finalmente, junto con dos buenas amigas del instituto y la universidad, acabáramos fundando Casa Virupa a finales de 2015.

Lama Norbu. Imagen cortesía de Casa Virupa.

Todo esto es importante por distintas razones: en primer lugar, porque el ambiente que se respira —y que queremos— en Casa Virupa es de mucha fraternidad y compañerismo. Ahí el papel de Lama Norbu es clave. Además de velar para que apliquemos los valores budistas a nuestra cotidianidad, para él es prioritario que cultivemos un clima respetuoso y gentil, en el que los cuidados sean centrales. En un proyecto eminentemente vertebrado por el voluntariado, esto es imprescindible. Así que una de las misiones de Casa Virupa es llevar a cabo una vida de servicio atravesada por el Dharma desde la amabilidad, hacia todos los seres, claro, pero también entre nosotras.

Y, en segundo lugar, una de nuestras motivaciones era crear un centro de Dharma que pudiera interpelar a la gente joven, porque era difícil encontrar practicantes jóvenes en los centros de dharma. Evidentemente, la juventud no es un factor determinante para practicar en Casa Virupa —básicamente porque es impermanente—, pero es verdad que algunos temas, ángulos, inquietudes…, resuenan más o menos en función del momento vital. Así que cuando fundamos Casa Virupa queríamos que las jóvenes encontraran el centro que nosotras imaginábamos o que echábamos en falta: un budismo más analítico, lejos de lo folclórico y lo new-age, y más comprometido con los problemas sociales, políticos y ecológicos del mundo contemporáneo. Es decir, un budismo transfeminista, ecologista, antiespecista y antifascista. Y sí, somos conscientes de lo chocante que resulta en el mundo espiritual todos estos «anti» asociados a un centro budista, pero una de las misiones de Casa Virupa tiene que ver con expresarnos de forma desacomplejada en lo político. Porque estamos de acuerdo con Audre Lorde en que lo personal —y por lo tanto también lo espiritual— es político.

En esta línea, otra de las misiones de Casa Virupa es la de difundir el Dharma con un lenguaje y formas contemporáneas, actuales y frescas. No creemos que lo nuevo sea necesariamente mejor, pero pensamos que el Dharma es un bien precioso y que debe llegar a todos los rincones del mundo. Tal y como funcionan las cosas en nuestra sociedad, sería ingenuo pensar que el Dharma puede vivir al margen de las redes sociales, de lo estético, de los códigos de nuestros tiempos. Coincidimos con Dzongsar Khyentse Rinpoche en que el budismo no es muy bueno en márketing y publicidad así que, si queremos que muchas personas conecten con el Dharma, tenemos que transmitirlo de forma hábil, atractiva y arraigada, siempre desde el sentido común.

Por último, otra de las misiones es transmitir el Dharma de forma rigurosa. Si bien somos jóvenes y entendemos que hay que utilizar códigos nuevos, tenemos un respeto profundísimo por el Dharma del Buda así como por el budismo tibetano, por lo que intentamos tener muy clara la línea entre lo que se puede adaptar del budismo a un contexto histórico y cultural determinado y lo que no. Por eso no evitamos hablar de la reencarnación y hacer rituales según la tradición Sakya, por ejemplo. Creemos que es peligroso endulzar o adaptar el Dharma a la mentalidad occidental para que resulte cómodo y digerible. El propósito del Dharma tiene poco que ver con la comodidad: deshacernos de nuestras neurosis, prejuicios y velos jamás es un ejercicio cómodo.

Imagen cortesía de Casa Virupa.

BDE: ¿Podrías explicar a nuestros lectores las características principales del linaje Sakya y qué lo diferencia de otras escuelas del budismo tibetano?

CV: Nuestro corazón es sakyapa pero tenemos una orientación Rimé, «no sectaria». Con esto queremos decir que algunos de los principales maestros de Lama Norbu son sakya: quien dio su bendición a Casa Virupa y posteriormente nombró lama a Lama Norbu es S. S. Gongma Trichen Rinpoche y algunos de los maestros que aconsejan y visitan Casa Virupa más frecuentemente son S.S. Sakya Trizin Rinpoche 43 y S.E. Asanga Vajra Rinpoche. Asimismo, la gran mayoría de prácticas habituales en el centro y textos con los que trabajamos son sakyapa.

Ahora bien, hemos invitado a maestros de muchas tradiciones (Jigme Khyentse Rinpoche, Chagdud Khadro, Ven. Dhammadipa, Ven. Robina Courtin, Lama Sherab…) y tenemos una clarísima inclinación por el linaje Khyentse, con quienes nos sentimos muy conectados, desde Kyabje Dilgo Khyentse Rinpoche hasta Dzongsar Khyentse Rinpoche y Jigme Khyentse Rinpoche —de ellos dos hemos recibido enseñanzas en múltiples ocasiones— y que son maestros principales de Lama Norbu.

Pero si nuestro corazón es sakyapa es porque nos inspira el linaje de maestros y maestras que lo conforman, eruditos y eruditas con realizaciones espirituales reconocidas por maestros de otras escuelas. Es increíble que un maestro como S. S. Gongma Trichen Rinpoche esté hoy mismo pisando la tierra y ejerciendo. También nos maravilla el corpus teórico y práctico de los sakyas. Una de las mayores joyas de la escuela Sakya es el Lamdré, un sistema de enseñanzas completísimo que integra prácticas de sutra y tantra y que proviene del mahasiddha Virupa. El tantra de Hevajra es también de referencia en la tradición y muy valorado por otras escuelas, así como las prácticas y rituales de Vajrakilaya, únicos en su profundidad y complejidad.

Imagen cortesía de Casa Virupa.

BDE: ¿Qué tipo de enseñanzas y prácticas se ofrecen en Casa Virupa (meditación, retiros, cursos, etc.)? ¿Disponen de un programa de estudios y práctica estructurado?

CV: En Casa Virupa ofrecemos propuestas para principiantes y para personas más avanzadas. Para empezar, se puede hacer un retiro de fin de semana de introducción a la meditación budista, que proporciona herramientas básicas para practicar en el día a día, pero siempre aconsejamos que, para quien quiera de verdad arraigar el hábito de la meditación y mantener cierta adherencia, es mejor hacer el curso de meditación.

Nuestro curso de meditación consta de encuentros semanales durante el curso escolar y dura aproximadamente tres años. Vamos proporcionando contenido teórico y práctico sobre la meditación desde la perspectiva budista, desde la utilidad de la respiración como herramienta de regulación emocional, a los cuatro fundamentos de la atención plena, los cuatro pensamientos inconmensurables, las cuatro marcas de la existencia…

Lama Norbu también lleva un curso de filosofía budista bisemanal, orientado a personas que ya tengan una base de filosofía budista y que se articula a partir del estudio y comentario de textos. Hemos trabajado textos como Separarse de los cuatro apegos, La Triple Visión, Bodhisattvacharyavatara o El mito de la libertad.

También vamos organizando ciclos de enseñanzas de un fin de semana, cinco días o de hasta dos semanas, con Lama Norbu u otros maestros a quienes invitamos. Pueden ser sobre algún tema en concreto «la impermanencia» o «la paciencia», pero también sobre textos, especialmente aquellos que forman parte del corpus de lojong.

BDE: ¿Cuáles son las aspiraciones y proyectos futuros de Casa Virupa?

CV: Tenemos muchas cosas en mente. Una de las principales motivaciones de Lama Norbu es la de hacer de puente entre maestros y maestras cualificados y un público amplio y joven, así que seguiremos propiciando este tipo de encuentros. En concreto, nos gustaría muchísimo organizar algún evento con Dzongsar Khyentse Rinpoche en un futuro próximo. Sabemos que la gente joven conecta muchísimo con él y nosotras tenemos la forma de hacer de engarce.

Otra de las aspiraciones es ampliar y dar a conocer un grupo de trabajo mensual que tiene Lama Norbu con profesionales del sector sanitario: psiquiatras, psicólogas, enfermeras… La verdad es que en nuestra sangha hay mucha gente de este ámbito profesional y nos parece imprescindible que tengan herramientas dhármicas para encarar los retos de su labor, tan necesaria. Lama Norbu les acompaña en este proceso de revisión y aplicación del Dharma a sus trabajos y está siendo muy bonito.

También nos gustaría seguir llegando a un público no budista para acercar el Dharma a sus vidas. Uno de los métodos hábiles que han hecho esto posible, y que ideó Lama Norbu en 2022, es la creación del Laboratorio de Artes Contemplativas, un proyecto de residencias para artistas, pensadoras y creativas —no necesariamente budistas, más bien la inmensa mayoría no lo son— y una lanzadera de eventos culturales que, por forma o fondo, tienen valores contemplativos. Está siendo una experiencia muy enriquecedora, en la que hemos entrado en un diálogo muy fértil con artistas y pensadoras y, a la vez, está permitiendo que muchas personas conozcan Casa Virupa a partir de este proyecto.

A medio y largo término nos gustaría hacer un proyecto de divulgación y acompañamiento sobre el final de vida que, a la larga, se convirtiera en un hospicio.

Hay más cosas en las que vamos pensando, pero nos excederíamos si tuviéramos que hablar de todas ellas. Estamos muy agradecidas por este altavoz, porque es la primera vez que un medio budista se interesa por nosotras desde que fundamos Casa Virupa en 2015. ¡Así que mil gracias por darnos la oportunidad!

Enlaces relevantes:

Podcast: GAME-BOYS con los budistas de Casa Virupa

Artículo (en catalán): Budisme, la filosofia mil·lenària que també es practica a Catalunya